"Voy" o "Soy"


Uno de los retos mayores para la iglesia contemporánea es moverse del modelo de consumo ("voy a la iglesia para recibir _____") al modelo de servicio/ministerio ("soy la iglesia y sirvo-colaboro-ayudo al prójimo donde quiera que esté). Nos reunimos como iglesia para adorar a Dios, renovar nuestra fe, y renovar nuestro compromiso de vivir según el reino de Dios en el día a día. Nos dispersamos para llevar a la práctica el evangelio, para “encarnar” el amor de Cristo en el mundo.

Much@s viven su cristianismo de consumo conformándose con "ir a la iglesia" como quien va a un cine o un teatro a "ver", "disfrutar" de un programa, sin mayores repercusiones en su andar cotidiano. Los cristian@s de consumo eventualmente se desconectan cuando no se les sirve el producto que desean. Los cristian@s comprometidos con seguir a Cristo se entregan y se esfuerzan cada día en testificar la gracia de Dios en todo tiempo y lugar. Los cristian@s de consumo brincan de iglesia en iglesia buscando aquello que satisfaga sus intereses y "necesidades" (que muchas veces son caprichos superficiales y no necesidades sustanciales).  Se mudan de congregación tan pronto son confrontados con las implicaciones reales del discipulado cristiano.  Los cristian@s comprometidos con Cristo asumen el discipulado con sus implicaciones: aprender, servir, darse, participar, fomentar relaciones saludables, cultivar una sana espiritualidad personal y colectiva, practicar misericordia, ejercitar el perdón, fomentar la hospitalidad, construir la paz y promover la justicia, abrir su corazón al Espíritu de Dios y abrir su corazón el prójimo desventajado.

Una nota particular para mi congregación: Al celebrar y agradecer a Dios por el 61 Aniversario de nuestra iglesia, La Primera Iglesia Presbiteriana Hispana en Miami, nos corresponde a cada un@ de nosotros hacer un alto y repensar nuestra vocación: ser cristian@s de consumo, o ser discípul@s de Cristo Jesús. En simples palabras: “Voy” o “Soy”.

"El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios." (Miqueas 6.8 RVC)

"Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame." (Lucas 9.23 RVC)

“Señor, me has mirado a los ojos / sonriendo has dicho mi nombre / en la arena he dejado mi barca / junto a ti buscaré otro mar” (Himno “El Pescador”)

Soli Deo Gloria.

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