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Mostrando entradas de mayo, 2023

¡Que todo el pueblo del Señor fuera profeta!

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Números 11.24-30 , RVC    De cara a la celebración del Día de Pentecostés resulta interesante este texto que tenemos ante nuestra consideración.    Cuenta el capítulo 11 de Números que el pueblo de Israel en el desierto comenzó a quejarse del maná (pan del cielo) que Dios le proveía para su alimentación en el desierto. La gente querían comer carne y llegó a afirmar que estaba mejor en sus tiempos de esclavitud en Egipto.     Toda esta crisis provocada por el mal agradecimiento del pueblo, la narración bíblica, acarreó la ira divina y el disgusto y frustración de Moisés, quien se quejó ante Dios por haberlo puesto frente a semejante pueblo:  «¡Yo solo no puedo soportar a todo este pueblo! ¡Me es una carga demasiado pesada! Si así me vas a tratar, voy a agradecerte que me mates. Y si acaso merezco tu favor, ¡no me dejes ver mi propia desgracia!» (11.14-15).    Dios brindó dos respuestas al dilema de Moisés. En segundo lugar, Dios decidió enviarle al pueblo carne (de codorniz) hasta que

Odiando en nombre de Dios

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  Hechos 7:55-60, DHH     “Mientras lo apedreaban, Esteban oró, diciendo: ‘Señor Jesús, recibe mi espíritu.’ Luego se puso de rodillas y gritó con voz fuerte: ‘¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!’ Habiendo dicho esto, murió.” (Hechos 7:59-60).    Recientemente ha estado circulando por los medios un vídeo de la predicación de una pastora evangélica puertorriqueña. El mismo ha causado revuelo por estar saturado de expresiones racistas, clasistas y homofóbicas, vociferadas en un aire de prepotencia y violenta arrogancia. (No voy a colocar el vídeo aquí para no alimentar más el morbo colectivo).     En días siguientes hubo algunas expresiones públicas de otros líderes eclesiales en rechazo al mensaje compartido (más bien, gritado) por la pastora en cuestión. En verdad me alegra que hayan voces que se distancien de la susodicha predicación. Los discursos de odio tienen que ser rechazados y la violencia religiosa –abierta o implícita– tiene que ser repudiada.     El odio revestido d