El racismo nuestro de cada día
Con frecuencia escucho gente decir que "en ese País el racismo ha sido superado", o "los negros son más racistas que los blancos". No obstante, con frecuencia escucho comentarios racistas, muchas veces provenientes de quienes dicen que eso es cosa del pasado. Lo que es peor, mas allá del racismo blanco anglosajón (que es un problema sistémico en nuestra sociedad), encuentro constantes manifestaciones de racismo de parte de hispanos blancos contra otros hispanos, a veces de maneras sutiles, a veces de maneras abiertamente despectivas. ¡Qué mucho nos falta por aprender! Las actitudes de arrogancia y clacismo son latigazos que vuelven a lacerar las espaldas de Cristo. La falta de empatía y solidaridad son espinas que se vuelven a enterrar en la cabeza de Cristo. El menosprecio de la dignidad del prójimo y la deshumanización de quien es distinto son clavos que vuelven a traspasar las manos de Cristo. El prejuicio contra la otra persona es la lanza que vuelve a per