No tienes que ser pastor ni pastora

A través de los años he conocido cristianos(as) devotos que quieren servir al Señor de todo corazón pero no ven el ministerio pastoral como una opción real para sus vidas. Siempre les respondo de la misma manera : "no tienes que ser pastor(a)". Aún en las filas de la Iglesia Presbiteriana, una iglesia que afirma "el sacerdocio de todos los creyentes", se ha perpetuado la noción del pastorado como la respuesta suprema al llamamiento del Señor a su servicio. Todavía resuena en mi memoria el eco de voces celebrando que yo había sido llamado "al Santo Ministerio", refiriéndose a la vocación pastoral. Lo cierto es que todos los ministerios son "santos", no hay ninguno más "santo" que los demás. "Santo" significa consagrado, dedicado al servicio del Señor... y para eso no hay que ser pastor(a). Esa noción clericalista nos lleva a subvalorar el llamado que el Señor hace a todos los creyentes. También nos lleva a colocar en h...