El Quinto Evangelio
Es absurda la contradicción existencial de quienes utilizan constantemente los textos bíblicos para injuriar, condenar, infamar y devaluar a otras personas y se atreven llamarle a eso "evangelio". El término "evangelio" significa "buena noticia" y evidentemente su discurso iracundo es de todo menos "buena noticia". Ciertamente «el evangelio según los santos evangélicos» (como le llamó Juan Carlos Ortiz) difiere muchísimo del evangelio según Marcos, Mateo, Lucas y Juan. Ese quinto "evangelio" se aparta dramáticamente de lo que Jesucristo enseñó, predicó y practicó. Ese quinto evangelio, bajo un camuflaje de superioridad moral, pisotea la gracia, la caridad y la compasión. Los heraldos de ese quinto evangelio menosprecian, intimidan y acosan a "los pecadores" y luego se atreven a decir que los aman. Se especializan en mirar la paja en el ojo ajeno e ignorar la viga en el propio. En su arrogancia se adjudican el derecho de ju