Una oración de intercesión

Amado Dios
tu compasión no tiene límites,
sin embargo nuestras vidas son limitadas y frágiles.

Por ello elevamos plegarias a ti
cuando las fuerzas se acaban y las esperanzas se debilitan.

Rogamos, Señor, no solo por nosotros
sino por el prójimo desvalido, enfermo, lastimado, y herido por los crueles golpes de la vida.

Rogamos por quienes lloran y no ven llegar el alivio a su sufrimiento.

Rogamos por quienes se enfrentan día tras día a paredes de menosprecio, injusticia y desamor.

Rogamos por el abrazo de tu Espíritu Consolador, que nos impulsa y nos llama igualmente a ser agentes de consolación.

Oramos En Nombre de Cristo, Aquel que conoce de primera mano la profundidad del dolor humano. Amén.

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