"Upgrade" de Blanca Nieves a Merida
Hace poco tuve la oportunidad de ver la película "Brave" 
(valiente), de Disney/Pixar. Confieso que en mi corazón tengo un lugar 
especial para las películas infantiles, pero esta amerita una 
mención honorífica. "Brave" rompe con la imagen de la "damisela en 
necesidad de rescate" tan presente en historias clásicas como las 
propias de Disney o la serie 007 con sus "Bond Girls", por mencionar 
algunas.
En la trama vemos que Merida ha sido indoctrinada por su madre, la 
reina Elinor, para convertirse en toda una "dama" que esté lista para el
 casamiento con algún príncipe cuando le llegue la edad. Mérida se 
resiste a ser encerrada en ese molde, sino que lucha para forjar su 
propio destino, llegando a ser una excelente arquera (una función 
tradicionalmente reservada para los "héroes" varones). La película 
magistralmente trata otros temas, como el de la reconciliación y el 
perdón, las relaciones paterno/materno-filiales, y la autoestima.  No 
obstante, no pretendo hacer una reseña detallada aquí.  
Lo que me interesa resaltar es que, de cara a la horrenda realidad de la violencia familiar, particularmente en su expresión contra la mujer,
 es hora de que en los hogares se comience desde temprano a cambiar la 
programación mental que por defecto se inculca a las niñas (y a los 
niños).  Es tiempo de que se deje de enseñar explícita o implícitamente 
que la mujer es "el sexo débil", que necesita ser rescatada, que las 
habilidades que tiene que cultivar son las propias del trabajo doméstico, que
 su vida tendrá valor en tanto y en cuanto esté ligada a un hombre, que 
se realizará como mujer cuando se convierta en madre, que en la cama 
tiene que complacer a su pareja aunque sus sus propios deseos no sean 
satisfechos o su dignidad se vea menoscabada, y otras tantas ideas que sólo
 subyugan la mujer y la condenan a "ser inferior al hombre". A 
las madres y padres les recomiendo que (en adición a forjar una realidad
 distinta con el ejemplo propio), busquen modelos que brinden a sus 
niñas y niños un esquema distinto al de la dominación masculina: hagan un "upgrade" de Blanca Nieves a Merida.
Los primeros años en la vida de un niño o una niña son cruciales en
 su desarrollo e impactarán grandemente sus ideas y comportamientos en 
la vida adulta. Es esencial que los hombres aprendan desde niños a respetar a las mujeres; así como que las mujeres aprendan desde niñas
 a darse a respetar. Puede que tome más de una generación cambiar el 
paradigma, pero si no comenzamos desde hoy, en el futuro no veremos una 
disminución en los lamentables titulares notitiosos que reseñan la 
muerte de mujeres a mano de los hombres que juraban amarlas.
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