La glorificación de la violencia doméstica
(c) 2014. Foto por Lidia Amparo Añorga. Usada con permiso. |
Reciéntemente leí un cartel la siguiente frase: "A man that treats his woman like a princess, is proof that he has been raised by a queen". Debo confesar que me gustó la frase, me pareció "cute", como dicen en inglés. Me parece que la misma apunta hacia la realidad de que el maltrato (o el buen trato) se aprenden en el seno del hogar. No obstante, observo en la frase citada la expresión "his woman", lo que implica que la mujer es su posesión. Esto me hace recordar una canción del folclore puertorriqueño, titulada "Mi jaragual", cuyo coro reza:
Es como si el hombre, el patriarca, el macho, dijese: "Tengo una finca, cuatro cabras, dos vacas, cinco caballos, dos bueyes, un perro y - también - una mujer"."¡Qué inmenso, qué inmenso, ser el dueño de la finca y la mujer!"
No hace mucho leía en un medio de comunicación una estadística que señala que en una de cada tres parejas que salen (date) ocurren episodios de violencia física.
Para que la violencia doméstica disminuya y eventualmente se erradique, se necesita un cambio de paradigmas, es decir, un cambio en el entendimiento del hombre como dueño, el hombre como "el rey del hogar", el soberano de quienes habitan bajo "su" techo. Lo que dificulta ese cambio de paradigmas tan necesario es el hecho de que se sigue transmitiendo la falsa idea de que el hombre como "dueño" tiene el poder de maltratar a su pareja y que eso "está bien". En pleno Siglo 21 se sigue promocionando esa ideología patriarcal por medio de canciones como "Manos al aire" interpretada por Nelly Furtado y "Love the way you lie" interpretada por Eminem y Rhianna, ambas romantizando el maltrato en la pareja y haciéndolo parecer "sexy":
Mientras a nuestras niñas y niños se les sigan dando ejemplos que muestran a la mujer como un saco de boxeo ("punching bag"), los niños se criarán creyéndose con el derecho de maltratar y golpear y las niñas se criarán con la idea consciente o inconsciente de que tienen que aguantar el maltrato en silencio "por amor".
El problema es mucho más complejo de lo que planteo en estas cortas líneas. Simplemente comparto estas observaciones para crear consciencia de la realidad que vivimos y estimularnos a tomar decisiones y acciones que de alguna manera cuestionen y pongan en evidencia la educación patriarcal que seguimos transmitiendo a nuevas generaciones. La pila de cadáveres que sigue creciendo mientras escribo estas líneas y tu las lees no tiene nada de "sexy" ni de romántico. A la violencia doméstica hay que ponerle punto final.
UPDATE (13 de septiembre de 2014): Mi amiga Lidia Amparo Añorga tomó la foto que vemos arriba, transitando por la ciudad de Miami, FL, en Septiembre de 2014. Es una muestra adicional de cómo nuestra cultura machista sigue glorificando la violencia doméstica. "Se me sale lo de boricua" o "...de cubano" o de... "YOU NAME IT". Pero lo cierto es que no hay nada de lo cual enorgullecerse cuando el abuso es celebrado como una virtud. Todas y todos en la sociedad debemos hacer nuestra parte para erradicar este mal.
Me encanto la refleccion ... tiene el impacto que hemos hablado... espero seguir en contacto
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