No descartes ese teléfono

NOTA: Esta entrada a mi blog no tiene que ver directamente con asuntos de fe y religión, no obstante, la comparto pues a fin de cuentas el ser humano es un ser integrado.  Muchas veces hacemos tanta separación entre "lo espiritual" y "lo material" que se nos olvida que todavía vivimos en el planeta tierra.

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Con eso en mente te comparto un consejo no solicitado: no tires a la basura ese teléfono "viejo".  Con la velocidad en que se mueve el mercado de consumo tecnológico, cambiar de teléfono celular cada año o cada dos años se convierte en costumbre (y, en algunos casos, en obsesión).  Cuando estás aprendiendo a manejar bien el que tienes, ya la compañía está anunciando el lanzamiento de un modelo nuevo que "hace" algo que el que tienes no puede hacer.  Por lo general es algo irrelevante como que el nuevo puede eliminar el efecto de ojos rojos en las fotos o tonteras por el estilo.

Sea por la compulsión a estar "in" con el último grito de la moda tecnológica o porque simplemente cambiamos de proveedor celular, lo cierto es que terminamos siendo dueños de un equipo "obsoleto" o "viejo" (particularmente si tiene dos o más años de edad, en el mundo tecnológico se considera un "dinosaurio").  Pues bien, repito mi consejo: no tires a la basura ese teléfono "viejo", particularmente si su sistema operativo es Android y tiene capacidad de conexión wi-fi.  En otras épocas los teléfonos solamente tenían la capacidad de hacer y recibir llamadas, pero de unos años para acá los teléfonos son computadoras en miniatura.  Aún conservo un teléfono modelo "My-Touch 3G", lanzado por la compañia T-Mobile.  Hace como 10 meses que no lo usaba pues al cambiar de proveedor celular de PR a Miami tuve que cambiar de número telefónico, contrato nuevo, etc.  Mi "viejo" My-Touch estaba guardadito en su caja y almacenado (tengo sentimientos especiales para las "reliquias" tecnológicas).  Francamente no pensaba que lo volvería a usar, sin embargo, el teléfono de mi esposa sufrió un aparatoso accidente, y el teléfono "viejo" vino al rescate por un tiempo.  Luego de ello, le he encontrado uso como "media player" (reproductor musical).  Esa es una de las ventajas de estas computadoras en miniatura.  Le actualicé la programación, lo conecto a la internet via wi-fi, lo conecto por cable al amplificador de la sala, activo la aplicación Pandora y "voilá": disfruto de música ininterrumpida por horas.

Cuando no lo utilizo como reproductor musical, aún le puedo dar uso como lector de libros con la aplicación de Amazon Kindle, también leo/contesto emails, chequeo Facebook, etc.  Sigue teniendo todas las funciones propias de la plataforma Android, y me conecta con el mundo por medio del wi-fi -sólo que ya no lo uso propiamente como teléfono.

De esta manera  un equipo que hubiese terminado en el olvido (o en un zafacón) adquiere un nuevo propósito(s) que extenderá por mucho su vida útil.

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