Manera de pensar = manera de vivir

“No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.” (Romanos 12.2 DHH)

Hoy (20 de junio) se conmemora el Día Mundial de Las Personas Refugiadas, una iniciativa impulsada por Las Naciones Unidas y acogida por múltiples organizaciones alrededor del mundo, entre ellas, nuestra Iglesia Presbiteriana (EUA) a través de su Programa Presbiteriano de Asistencia en Desastres.

Un día como hoy, además de invitar a los ciudadanos a urgir a sus líderes gubernamentales a comprometerse con la solidaridad hacia la humanidad desplazada por las guerras y la miseria, las comunidades son invitadas a dar a conocer sus esfuerzos en extender ayuda en sus contextos locales. Las iglesias, en particular, son invitadas a compartir sobre sus ministerios y servicios para con las personas que buscan refugio.

La congregación de la cual soy pastor, no tiene ningún ministerio u organismo particularmente enfocado en este menester. Me consta que muchas otras congregaciones se encuentran en igual situación, ya sea por estrechez financiera, por escasez de personas voluntarias, o falta de concienciación. No obstante, eso no debe ser impedimento para obrar en favor de la solidaridad para con el prójimo. Nosotros podemos hacer algo tan simple como enviar una nota a nuestros representantes congresionales para instarles a poner en acción concreta los valores e ideales que aspiramos en nuestra nación democrática y que de manera especial se reflejan en la inscripción de la Estatua de la Libertad:

"Dadme tus cansados, tus pobres,
Tus masas amontonadas gimiendo por respirar libres,
Los despreciados de tus congestionadas costas.
Enviadme a estos, los desposeidos, basura de la tempestad.
Levanto mi lámpara al lado de la puerta dorada!" (1)

Podemos descargar e imprimir la nota pulsando aquí, y enviarla a alguno(a) de nuestros representantes (en el Sur de La Florida) (Personas de otras partes de la nación pueden buscar sus representantes pulsando aquí):

Rep. Mario Díaz Baralt (Distrito #25)
8669 NW 36th Street, Suite 100
Doral, FL 33166
phone: (305) 470-8555
web: https://mariodiazbalart.house.gov/

Rep. Debbie Mucarcell-Powell (Distrito #26)
12851 SW 42nd St
Suite 131
Miami, FL 33175
Phone: (305) 222-0160
web: https://mucarsel-powell.house.gov/

Rep. Donna Shalala (Distrito #27)
7700 N. Kendall Drive, #605
Miami, FL 33156
Phone: (305) 668-2285
web: https://shalala.house.gov/

Ahora bien. Toda acción comienza con la voluntad. Quizás no contemos con los recursos concretos para ir más allá de hacer una llamada o enviar una nota. Quizás algunos de nosotros no tengan las energías para participar en demostraciones multitudinarias de solidaridad. Quizás a muchos de nosotros el tema no les motive porque entienden que no les afecta. Es precisamente ahí donde necesitamos comenzar...

El apóstol Pablo nos recuerda que la transformación comienza en el campo de los pensamientos (Romanos 12.2).  Durante varios años nuestras mentes han sido bombardeadas con ideas que nos llevan a menospreciar a las personas inmigrantes y refugiadas. Los discursos que constantemente se esgrimen y se repiten a través de múltiples medios buscan criminalizar y deshumanizar a quienes llegan hasta nuestras fronteras en busca de refugio.  «Cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto», nos recuerda Pablo.

Desde la fe cristiana encontramos que las Escrituras Sagradas están repletas de llamados de Dios a la hospitalidad y la solidaridad para con los extranjeros y los desposeídos de la tierra. Más aún, en nuestras propias experiencias debemos recordar que gran parte de nosotros hemos vivido circunstancias que nos han llevado a desplazarnos de nuestros lugares de origen y llegar hasta esta nación de la cual formamos parte. El amor, la caridad, la solidaridad para con las vidas desamparadas y agraviadas es un valor constantemente presente en la prédica y práctica de Jesús sobre el reino de Dios. Es tiempo de atrevernos a rechazar los prejuicios y la propaganda que menosprecia a las personas vulnerables. Es tiempo de atrevernos a cambiar nuestra manera de pensar y vivir para alinearla con el corazón de Dios.

#WeChooseWelcome #ElegimosDarLaBienvenida

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(1) Original en Inglés. Versión al Español por Jorge E. Sanint.

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