YO CELEBRO LA NAVIDAD (reacciones y pensamientos de cara al concepto "war on christmas")

Durante la primera semana del mes de diciembre ya se observan los estandartes de quienes desde sus respectivas plataformas mediáticas defienden o atacan la celebración de la Navidad. Considero que muchos de los argumentos en pro o en contra rayan en el campo de lo absurdo. De cara a esta controversia inútil, comparto los siguientes pronunciamientos, a riesgo de desagradar los campamentos de ambos extremos. (A fin de cuentas, es a Dios a quien me interesa agradar). Siendo fiel a mis convicciones quiero afirmar que: YO CELEBRO LA NAVIDAD.

YO CELEBRO LA NAVIDAD… pero no me interesa que se obligue a nadie a celebrar la Navidad (especialmente si son personas que profesan una fe distinta a la fe cristiana, o si simplemente no profesan credo religioso alguno), así como no me gustaría que se me obligue a celebrar un festival perteneciente a otra religión. Somos parte de una nación que aboga por la libertad de religión, lo que significa que cada cual tiene el derecho de profesar su religión sin que el Estado imponga una religión en particular. Lamentablemente hay quienes definen la libertad de religión como "la libertad de forzarle mi religión al resto de la sociedad valiéndome de los recursos del gobierno".

YO CELEBRO LA NAVIDAD… sin el sentimiento paranoico de los teóricos de la alegada "war on Christmas" (guerra contra la Navidad). Sencillamente no le corresponde al gobierno ni al comercio proclamar a Jesucristo. Ni el gobierno ni el comercio fueron comisionados para evangelizar.  Eso nos corresponde hacerlo a los cristianos(as), mediante nuestro testimonio y mediante la forma en que tratamos a las todas las personas. En lugar de estar dando candela con eso de "put the Christ back in CHRISTmas" debiéramos ocuparnos de "putting the Christ back in CHRISTians", porque lo triste es que el cristianismo que se promueve en nuestro tiempo cada vez se parece menos a Cristo.

YO CELEBRO LA NAVIDAD… consciente de que en el Nuevo Testamento hay DOS narraciones sobre el nacimiento de Jesús, que tienen algunos puntos en común pero que también tienen diferencias considerables. Las circunstancias y escenarios relatados en el evangelio según Mateo y el evangelio según Lucas son distintas. A través de los años las tradiciones las han entretejido al punto de colocar ángeles, pastores, animales, familia y magos (sabios o astrólogos) en un mismo tiempo y espacio. Al hacer esta mezcla de personajes perdemos de vista la esencia de los mensajes y principios que cada uno de los relatos plantea.

YO CELEBRO LA NAVIDAD… consciente de que el 25 de diciembre fue una fecha seleccionada, que coincide con la fecha de nacimiento de personajes importantes en otras religiones, y que no se sabe a ciencia cierta cuándo nació Jesucristo.  Su origen de familia artesanal proveniente de las clases empobrecidas dificulta (por no decir que imposibilita) que el evento se haya conservado en registros históricos oficiales. Lo que encontramos en los evangelios según Mateo y Lucas son relatos de carácter teológico: su intención es transmitir evangelio (buenas nuevas) sobre la divinidad y su relación con la humanidad:

*BUENAS NUEVAS de apertura a los gentiles (en Mateo se narra que unos astrólogos de tierras lejanas fueron a Belén a adorar al niño recién nacido).

*BUENAS NUEVAS de apertura hacia los pobres y menospreciados de la tierra (en Lucas se narra la aparición de huestes angelicales para dar la buena noticia a un grupo de pastores cuidando sus rebaños, los cuáles fueron a buscar al niño recién nacido).

*BUENAS NUEVAS de apertura hacia la humanidad plena afirmando la encarnación. La encarnación nos habla de un Dios que (a diferencia de muchos muchos cristianos) no vive enajenado de la realidad humana sino que la acoge y la abraza con humilde compasión. "Emmanuel" es "Dios con nosotros(as)", no "en contra de", ni "alejado de" nosotros(as).

¿Qué tal si en lugar de esperar que el gobierno y el comercio coloquen letreros de "Merry Christmas" en vez de "Happy Holidays", nos enfocamos en celebrar buscando parecernos más a Cristo en nuestras actitudes, conversaciones y acciones? Que el "espíritu de Navidad" - el Espíritu Santo - sature nuestras vidas de paz, amor, alegría y esperanza, virtudes que tanta falta hacen en nuestra fragmentada humanidad. Es desde esa coyuntura que YO CELEBRO LA NAVIDAD.

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